Son momentos de estrés, cuando se comprueba que el resto de los pasajeros del vuelo están recogiendo sus correspondientes maletas, mientras que el vuestro no sale o está deteriorado o con signos de haber sido abierto y evidencias de que alguien ha hurgado sus pertenencias.
Lejos de ponerse excitado, hay que recordar alguno de los consejos y derechos que tiene como consumidor y amparado por la ley relativa a la pérdida o deterioro del equipaje que a continuación vamos a exponer
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