Los problemas económicos por los que atraviesan muchos hogares, ha propiciado la aparición de una nueva peligrosa modalidad de tarjetas de crédito de plago aplazado, conocidas como «revolving«.
Aparentemente son muchas sus ventajas al ofrecer el pago aplazado mediante una cuota fija, se gaste lo que se gaste, sin embargo, tienen un grave riesgo de sobreendeudamiento.
Explicamos las características, ventajas e inconvenientes de estas tarjetas para que sepa de antemano lo que contrata.
¿Qué son las tarjetas «revolving»?
El revolving es un pago aplazado de su importe concedido. Consiste en pagar una cuota fija al mes elegida por el titular de la tarjeta, con un mínimo de un % de su línea de crédito que dependerá de la entidad financiera.
De esta forma, la cuota mensual a pagar es siempre la misma, gaste lo que gaste, y se puede cambiar siempre que el titular lo solicite.
¿Cuál es la diferencia entre las tarjetas de crédito convencionales y las «revolving»?
La principal ventaja de las tarjetas revolving frente a las tarjetas de crédito convencionales es el poder elegir la cuota mensual a pagar para devolver el dinero gastado, ajustándolo así a nuestros ingresos. De esta forma se puede realizar el pago aplazado pagando siempre la misma cuota que hayamos elegido.
Debido a esta ventaja, también los intereses a pagar en las tarjetas revolving suelen ser considerablemente aún más altos que los ya de por sí elevados de las tarjetas de crédito convencionales.
¿Cuál es el peligro de las tarjetas revolving?
Pagar una cantidad de cuota fija que hayamos elegido cada mes, parece muy cómodo y fácil de cumplir.
El problema son los altísimos intereses que se aplican a este tipo de operaciones, que hacen que la deuda contraída y la cantidad a devolver sea con mucha diferencia superior al dinero que le hayan prestado, pudiendo provocar un sobreendeudamiento.
Los intereses a pagar son muy elevados pudiendo variar de un 15% a un 30% dependiendo de la entidad financiera con que se contraten.
Estos altos intereses se camuflan anunciando tipos de interés de tan sólo 2% de interés mensual nominal, «engatusando» así a muchos usuarios que lo contratan, cuando en realidad lo que están contratando y tendrán que pagar es un 24% de interés anual (sobre un 26% TAE).
Consejos antes de contratar este tipo de tarjetas
Muchos clientes de estas tarjetas son captados en los centros comerciales donde los consumidores con las prisas firman el contrato sin saber realmente qué están contratando.
Pida siempre antes de firmar una copia del contrato para leer las condiciones detenidamente en casa. Si se niegan a dárselo, desconfíe.
Fíjese en el TAE y no sólo en el tipo de interés nominal mensual a pagar. El TAE será quien refleje las verdaderas condiciones de interés a pagar de la tarjeta.
Antes de firmar, revise muy atentamente toda la letra pequeña y sea consciente de lo que realmente está contratando.
Compare este producto con otras formas de crédito y financiación personal para ver cuál ofrece mejores condiciones.
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