Es posible que durante el periodo de lactancia de nuestro bebé suframos lo que se conoce como Huelga o crisis de lactancia, durante la cual, el bebé repentinamente y sin motivo aparente rechaza el pecho.
Las huelgas de lactancia pueden producirse a pesar de que el bebé tenga ya unos meses y la lactancia esté perfectamente establecida.
¿Significa esto que ha llegado el momento del destete?
No. Lo primero que la madre piensa en estos casos es en el destete, en que ya no va a querer volver a tomar el pecho. Sin embargo, el destete por parte del bebé se produce de forma progresiva, así que debemos alejarnos de esa idea y tener confianza en que todo volverá a la normalidad y superar la angustia que esta situación produce.
¿Cómo afrontar la Huelga de lactancia?
Lo primero que hay que saber es que es algo temporal que tiene solución. De esta forma, superaremos la angustia, el sentimiento de culpabilidad que esto provoca, que es lo primero que se suele sentir.
Es una situación difícil, pero hay que tener confianza y no sentirse rechazada por nuestro bebé, que nos quiere tanto como antes y necesita nuestra ayuda, calma, paciencia y mucho cariño para superarlo.
¿Qué puede motivar una Huelga de lactancia?
El rechazo del pecho puede deberse a varios motivos como son los que indicamos a continuación. Es posible que averiguemos entre ellos qué le ha sucedido a nuestro bebé. Pero si no fuera así, no pasa nada; sólo hay que seguir los consejos que indicamos más adelante para superarlo.
Algunas de las causas más comunes por las que el bebé rechaza el pecho son:
- Que esté resfriado, tenga nariz taponada o dificultad en la respiración mientras toma el pecho.
- Molestias en las encías si le están saliendo los dientes.
- Infección de oído (otitis) que le duela al ponerle en la postura de lactancia.
- Discutir mientras se amamanta.
- Cambios importantes como el regreso de la madre al trabajo, incorporación a la guardería, una mudanza, o una separación mamá-bebé, visitas inesperadas.
- Distracciones o interrupciones mientras se amamanta, algún ruido fuerte que le asustara.
- Se asustó si la mamá reaccionó fuerte si alguna vez le mordió.
- Posición incómoda por dolor si le han puesto alguna vacuna.
- Confusión tetina-pezón si se ha empezado a utilizar biberón, ya que la forma de succión en el biberón o chupete y en el pecho es distinta y esto hace que algunos bebés se confundan.
- Cambio de desodorantes, perfumes o cremas que puedan molestar al bebé.
- Si la madre está embarazada o tiene el periodo puede variar el sabor de la leche.
- Un ruido fuerte o un movimiento brusco mientras el bebé estaba mamando, etc.
¿Cuánto suele durar una Huelga o crisis de lactancia?
Normalmente dura de 2 ó 5 días, tiempo durante el cual el bebé rechazaría de forma continuada el pecho.
Cómo recuperar la lactancia y volver a la normalidad.
A pesar de que parezca lo contrario, es posible recuperar la lactancia y volver a la normalidad. Para ello es muy importante seguir los siguientes consejos:
- No sentirse rechazada ni pensar que el bebé ya no quiere a la madre, porque el bebé te quiere tanto como siempre y necesita aún más que le des tu cariño.
- Armarse de paciencia y tener confianza en superarlo.
- Muy importante el contacto físico piel con piel con el bebé. Darse un baño juntos o echarse la siesta y abrazarle y besarle con todo nuestro cariño.
- Cada vez que le toque una toma, ponerle cada vez al pecho con tranquilidad. Pero si muestra rechazo nunca hay que insistir ni reñirle. Sino que con la misma calma se acude a alimentación alternativa.
- Si no quiere pecho la mamá puede tener preparada leche materna extraída previamente para alimentarle, así que no hay que preocuparse ni pensar que se va a quedar sin comer.
- La leche extraída (enriquecida si se quiere con cereales con o sin gluten dependiendo de la edad del bebé) conviene dársela a cucharadas, bebiendo de un vasito poco a poco, o con una pequeña jeringuilla, evitando el uso de biberón ya que éste podría ser contraproducente para el bebé en estos momentos.
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