Todavía está muy arraigado en nuestra cultura la idea de que portear a un bebé es «malacostumbrarlo».
Sin embargo, la realidad es muy diferente ya que portear conlleva numerosos beneficios para el bebé y la madre, tanto psicológicos y afectivos como físicos evitando problemas bastante frecuentes como la displasia de cadera, la deformación craneal (plagiocefalia postural), o el reflujo.
Falsos mitos e ideas erróneas sobre el porteo.
Desde los orígenes del hombre, somos primates portados, es decir, desde siempre antiguamente se ha transportado a los bebés, bien usando portabebés o bien en brazos de sus madre.
Sin embargo, la educación y cultura de estos últimos años, que por suerte está cambiando de nuevo, hacía pensar que el porteo implicaba radicalmente «malacostumbrar» al bebé, convertirlos en «enmadrados» y «dependientes», siendo una práctica muy criticada sin entrar en más detalles ni discusión, ni valorar si eso es cierto o conocer sus verdaderos beneficios y ventajas…
Ningún bebé querrá ser llevado en brazos siempre:
A medida que va creciendo sus necesidades de movilidad aumentan, siendo él mismo quién envíe las señales de que desea pasar más tiempo en el suelo, gateando o andando, por lo que no debe inculcarse la preocupación de muchas madres de que sólo querrá ir ya en brazos siempre. Cada etapa tiene su momento.
Ventajas y beneficios de portear a los bebés
La única forma de deshechar todas las ideas preconcebidas sobre el porteo, es conocer sus verdaderas ventajas y beneficios:
1.- Bebés que lloran mucho menos.
Uno de los motivos es que cuando los bebés son porteados suelen estar más tranquilos sintiendo el calor y la seguridad que les proporciona sus padres. Cuando los bebés son dejados en la cuna o cochecito, los adultos saben que ahí está seguro, pero el bebé no se siente así.
2.- Reduce el riesgo de depresión postparto y facilita la lactancia materna.
Ya que el contacto frecuente ayuda a establecer un fuerte vínculo madre-hijo, incrementándose la producción de oxitocina que reduce la incidencia de depresión postparto y facilita la lactancia materna.
3.- Convierte a los niños en más autónomos cuando crecen.
Ayuda a desarrollar en el bebé mayor seguridad, y como consecuencia, mayor predisposición a satisfacer su curiosidad exploratoria, por lo que al contrario de lo que se piensa generalmente, al crecer y desarrollarse el niño es más autónomo.
4.- Previene contra la displasia de cadera en los bebés.
Al llevarlos en brazos o portearlos, adoptan de manera instintiva la postura en «ranita», que hace que el fémur encaje de forma óptima en la articulación de la pelvis (acetábulo), favoreciendo el desarrollo de la cadera y evitando problemas como la displasia tan frecuente en muchos bebés.
5.- Previene la aparición de la plagiocefalia postural (deformación en el cráneo por mala postura)
Esta deformación craneal afecta hoy en día a un 10% de los niños. LLevarlos en brazos o portearlos con el apoyo para la cabecita blando y cambiante permite que el cráneo se desarrolle de forma natural, reduciéndose drásticamente la incidencia de plagiocefalia en estos niños de un 10% a un 0,3%.
6.- Postura correcta de la espalda, evitando la aparición de la Lordosis o curvatura lumbar.
Los portabebés ergonómicos respetan al 100% la fisionomía del bebé, manteniendo su espalda en forma de «C» que poseen al nacer, y adaptándose a los cambios según crece. Forzar la espalda del bebé a mantener una postura estirada podría producir en el peor de los casos, lordosis o curvatura lumbar.
7.- Evita el reflujo gastroesofásico en los bebés.
Es muy habitual en los bebés que el esfínter esofágico inferior (EEI) no cierre bien, pudiendo provocar que el alimento ingerido regrese a la boca a través del esófago, lo que habitualmente se conoce como reflujo.
En los casos más extremos, puede llegar a tener consecuencias graves como pérdida de peso, crecimiento lento y/o problemas respiratorios.
En la mayoría de los casos, la posición erguida del porteo basta para evitar el reflujo, por lo que es muy recomendable en los bebés que padecen reflujo y/o cólicos.
8.- Permite la lactancia materna a demanda de una manera discreta y segura.
9.- Mayor libertad de movimientos para hacer otras tareas.
Permite tener al porteador con las manos libres para hacer otras actividades, subir y bajar al bus o al metro, o realizar otras tareas cotidianas. Es de mucha utilidad también en caso de tener otros niños pequeños, pues da facilidad para atender a ambos a la vez.
10.- Son económicos y se les puede dar otros usos.
Ocupan poco espacio cuándo no lo utilizamos y le podemos dar otros usos como por ejemplo una hamaca o una cobija.
Aparte de esto, su diferencia en coste económico frente al precio de los cochecitos habituales, puede ser un motivo más por el que la industria consumista desvalore la práctica del porteo.
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