La osteoporosis es una enfermedad que afecta a todos en mayor o menor medida según envejecemos.
Su principal consecuencia son las fracturas que a cierta edad pueden conllevar graves consecuencias.
Para mejorar nuestra futura salud y calidad de vida es conveniente seguir los consejos de prevención que indicamos con el fin de ralentizar y prevenir en lo posible su aparición.
¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad que provoca el aumento de la porosidad en los huesos de forma que éstos se vuelven más delgados y menos resistentes, aumentando su riesgo de fractura.
¿Cuáles son sus síntomas?
No presenta síntomas ni se detecta generalmente hasta que no se produce su principal consecuencia que son las fracturas.
¿Cómo se diagnostica entonces?
Para corroborar si se padece o no osteoporosis hay que realizar una densitometría, prueba mediante la cual se mide la densidad del hueso con una exposición mínima a las radiaciones.
¿Qué personas sufren más riesgo de padecerla?
La osteoporosis afecta a medida que se envejece tanto a hombre como a mujeres.
Se estima que aproximadamente una de cada dos mujeres mayores de 50 años y uno de cada cuatro hombres se fracturarán un hueso a causa de esta enfermedad.
¿Cuáles son los huesos que más frecuentemente se fracturan?
Aunque pueden verse afectado cualquier hueso, los que se fracturan más frecuentemente son los de la muñeca, columna vertebral y cadera.
Las fracturas vertebrales pueden conllevar consecuencias como son deformidades en forma de joroba, pérdida de altura o dolores de espalda.
En el caso de las fracturas de cadera, se requiere casi siempre hospitalización y cirugía.
¿Existe tratamiento para la osteoporosis?
En el caso de que le diagnostiquen osteoporosis, existen medicamentos que frenan la pérdida de hueso evitando en cierta medida las fracturas.
¿Se puede prevenir?
LLevando a cabo los siguientes hábitos de vida que indicamos, es posible evitar las fracturas y ralentizar la evolución de la osteoporosis consiguiendo huesos más resistentes:
- Calcio: Conviene aportar la cantidad suficiente de calcio (1.000 – 1.500 mg) ingiriéndolo a través de la dieta o completándola con suplementos.
- Los alimentos más ricos en calcio son la leche y sus derivados: tomar por ejemplo dos yogures al día aporta una cuarta parte del calcio que se requiere, dos vasos de leche la mitad, o 100 gr de queso manchego son casi 1.000 mg de calcio.
- Vitamina D: Esta vitamina es la que ayuda al organismo a absober el calcio necesario de los alimentos y está contenida en los aceites del pescado aunque la forma más fácil de obtenerla es que nos de el sol unos minutos sobre el rostro, los brazos o piernas.
- En el caso de los ancianos que no salen mucho a la calle o en invierno, es posible que sea necesario añadir un suplemento de esta vitamina a la dieta, aunque debe ser siempre recetado por el médico.
- Ejercicio físico: conviene realizar ejercicio de forma habitual y moderada. Los ejercicios más recomendados en este caso son caminar, correr, o prácticar, yoga, pilates, bailar,..etc
- Evitar las caídas: para ello es importante mantener una buena visión para así poder fijarse mejor en dónde se pisa o los obstáculos que hay en el camino. Conviene prescindir de utilizar alfombras en casa con las que se pueda tropezar y en la medida de lo posible evitar los fármacos que disminuyen el nivel de alerta.
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