Es indudable que un bebé cuanto más tiempo esté con la lactancia materna mejor, pero no siempre es compatible con la vida laboral de la madre, de allí que muchas consideran la posibilidad de almacenar su leche para que el bebé esté con el máximo tiempo posible alimentándose de la leche materna.
¿Cuánto tiempo se puede conservar la leche materna?
La leche materna tiene propiedades antibacterianas que permiten su almacenamiento por periodos prolongados de tiempo, en determinadas condiciones.
A temperatura ambiente:
- A 15 ºC: 24 horas
- A 20 ºC: 10 horas.
- A 25 ºC: 4 a 6 horas.
- A 30-38 ºC: 4 horas
Refrigerado:
- Entre 0 y 4 ºC: 8 días.
- Congelador Nevera: 2 semanas.
- Congelador Combi: 3 a 4 meses.
- Cogelador individual: 6 meses o más.
¿Cómo se ha de proceder para congelar la leche?
Hay que enfriar rápidamente la leche extraída poniendo el recipiente en un baño de agua fría y después congelarla lo antes posible.
Cuando más tardemos en este proceso, menos defensas quedarán en la leche y recibirá el bebé, ya que se gestan para evitar el crecimiento bacteriano en la leche.
¿Qué tipo de envases se ha utilizar?
Hay que usar envases destinados para uso alimentario.
Los mejores envases son de cristal. Los envases de plástico suele contener sustancias adversos para el bebé como ftalatos y bisfenol A.
En el mercado se comercializa bolsas de plasticos especiales para almacenar la leche materna libre de esas sustancias.
¿Cómo hay que descongelar la leche?
Llegado el momento y queremos utilizar la leche congelada, hemos de sumergir el recipiente con la leche en un baño de agua maría.
No se debe de calentar directamente ni utilizar el microondas debido a su calentamiento irregular.
Una vez descongelada la leche, se puede guardar en la nevera durante 24 horas, pero nunca se puede volver a congelar, y se recomienda utilizarlo cuanto antes para evitar la menor pérdida de nutrientes posibles.
¿Por qué la leche congelada huele a rancio?
La leche congelada en ocasiones huele a rancio, y se debe de una sustancia presente en la leche denominada lipasa.
Se puede evitar la aparición de este olor mediante el enfriamiento rápido de la leche y la congelación de la misma. Pero si el olor persiste, habría que escaldar primero la leche antes de enfriar y congelar.
Una vez que la leche tiene el olor a rancio ya no hay forma de eliminarlo.
¿Cómo hay que escaldar la leche?
Poner la leche en un cuenco, y calentarlo hasta observar que comienza a formar burbujas o una ligera espuma en los bordes del cazo.
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