¿Por qué se dice que eres más feo que Picio? ¿Quién era ese individuo para ser nombrado cada vez que nos referimos a alguien de no muy buen ver? ¿Tan feo era?
Esta frase hace referencia a un señor que existió realmente, que se llamaba Francisco Picio.
Nació en la de Alhendín (Granada) y vivió en Granada en la primera mitad del siglo XIX.
Fue condenado a muerta por razones desconocidas, pero al parecer justamente, y hallándose en capilla recibió la noticia de su indulto.
Fue tanta la sorpresa que le dio la buena nueva y le causó tal impresión, que se le cayeron el pelo, las orejas, las cejas y las pestañas, y, por si eso era poco, le salieron una serie de tumores y de granos por la cara que lo dejaron plenamente deformado, pasando a ser el modelo de fealdad más horrorosa.
Se retiró entonces a la villa de Lanjarón, pero como nunca entraba en la iglesia por no verse obligado a quitarse el pañuelo que usaba para cubrirse la calva tumorosa y parte del rostro, los vecinos acabaron expulsándole del pueblo a palos.
Entonces volvió a Granada, donde al poco tiempo murió tras mirarse al espejo.
Los andaluces —muy dados a la exageración— decían que tan asustado estaba el cura que tuvo que darle la Unción con un palo de 20 cm.
Frases y comparaciones para designar a alguien que es muy feo:
- Era más feo que Picio.
- Era tan feo que hacía llorar a las cebollas.
- Era tan feo, que cuando nací no lloré yo ¡lloró el doctor, mi papá y mi mamá!
- Era tan feo que cuando jugaba al escondite nadie me buscaba.
- Era tan feo que cuando nací, el doctor me dio la cachetada en la cara.
- Era tan feo que mi madre nunca me dio pecho, me daba la espalda.
- Era tan feo que mi padre llevaba en su billetera la foto del niño que venía cuando la compró.
- Era tan feo que me exhibían en una feria por teléfono.
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