Este año el gordo de Navidad ha sido más gordo que nunca, repartiendo 4 millones de euros por cada serie, y ha habido miles de agraciados a los que le tocará un buen pellizco de los miles de millones de euros que se repartirán por toda España. Pero cuidado, que además de los banqueros caza boletos premiados, también estarán los compradores de boletos premiados para el blanqueo de dinero negro. Aunque te hagan una oferta interesante, es un delito y puede suponer la pérdida de la mitad del dinero del premio.
A cada año, la misma escena, miles de personas aparecen en las televisiones bebiendo champagne, saltando y enseñando sus boletos premiados en las administraciones de lotería, y como cada año, los banqueros están a la caza de estos boletos para engordar sus cuentas de liquidez, especialmente necesitadas en los últimos años.
Pero, últimamente aparecen otros tipos de cazadores: los que pretenden blanquear dinero mediante la compra de boletos premiados, ofreciendo un extra de un 10% o 20% del dinero premiado. En principio parece una ganga, pero ese dinero se convertirá de forma automática en dinero negro y será difícil explicar ante el fisco la procedencia del mismo.
FACUA, advierte como cada año a los premiados que no acepten ninguna oferta de este tipo, ya que además de ser un fraude, podría provocar la pérdida de más de la mitad del importe ganado en caso de inspección, y sanción por no poder explicar el origen del dinero.
¿Y si se han vendido más participaciones de las correspondientes?
Por otro lado, FACUA indica que los particulares o empresas que por error o de forma fraudulenta hayan puesto a la venta más participaciones de las correspondientes a un décimo, están legalmente obligados a abonar la totalidad del posible premio a cada uno de los participantes.
Asimismo, la asociación señala que al comprar los billetes entre grupos de amigos, familiares o compañeros de trabajo es recomendable realizar fotocopias para cada uno de los que los compartan y que todos las firmen indicando asimismo la cantidad que juega cada uno, a fin de evitar que el depositario del original tenga la tentación de eludir compartir el posible premio.
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