El mercado inmobiliario está saturado de pisos que no se venden. Unido esta inmensa cantidad de oferta a los casi inexistentes compradores, que parecen una especie en extinción, a la hora de negociar el precio de una vivienda se puede conseguir fácilmente una rebaja del precio ofertado. Más aún, en este artículo vamos a relatar 2 trucos un poco “sucios” para conseguir un buen precio por la vivienda.
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