Muchas madres, sobre todo las primerizas, se preocupan y dudan si producen suficiente leche para alimentar a sus hijos.
Estudios recientes han demostrado que salvo en casos excepcionales, todas las mujeres producen la leche que sus bebés necesitan siempre que:
- Se le dé al bebé recién nacido el pecho. Amamantar precozmente facilita la correcta colocación al pecho.
- Ofrece el pecho a menudo día y noche y por el tiempo que necesite. Los bebés generalmene mama entre 8 y 12 veces al día.
- Cuanto más mama el bebé, más leche produce la madre. Es importante respetar el equilibrio natural y dejar que el bebé marque las pautas, mamando a demanda.
- Evita los biberones «de ayuda» y de suero glucosado. La leche artificial y el suero llenan al bebé y minan su interés por mamar, entonces el bebé succiona menos y la madre produce menos leche.
- Evita el chupete, al menos durante las primeras semanas, hasta que la lactancia esté bien establecida.
¿Qué hay que cuidar a la hora de amamantar?
- Hay que cuidar que la posición del niño o el agarre del pecho es adecuado. Es posible que haya leche pero el bebé no la puede obtener.
- Intentar que el bebé abra completamente la boca para abarcar con ella gran parte de la areola y el pezón. Facilitará la obtención de la leche y evitará la aparición de grietas en la punta del pezón.
- Es importante que mame todo el tiempo que quiera del mismo pecho, porque la leche del final tiene más grasa (más calorías). Si quiere más, se le puede ofrecer el otro pecho después.
En los casos de mala postura o problemas en la lactancia, lo ideal es que alguien experto en lactancia evalúe la toma y ayude a corregir la postura si no es la adecuada.
Si el bebé está contento, duerme tranquilo 1-2 horas seguidas y no parece enfermo, toma suficiente leche.
El bebé estará mal nutrido si moja menos de 5 pañales al día o la orina es muy concentrada, es posible que esté tomando poca leche y sería conveniente consultar con un experto en lactancia.
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